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Las palmas hacia arriba a una existencia desnuda
intermitente lanzado en la mano de un niño pequeño,

proyectando sombras de dientes finos y dentados
en la orilla de un río helado.

Quiero llenarme la boca de pureza
vomitar un corazón hendido sobre alas de paloma palpitantes,
pues sólo los rotos pueden barriga el infinito
mientras las chispas se derraman por el pozo de fuego.

Pero aquí están, si sólo pudieras oírlos
golpeando, mi jaula vacía de costilla

rotos y doblados, marchitos y heridos
puños apretados - pero carnosos mapas abiertos

al que vaga sin rumbo
y come las pálidas plumas que encuentra a lo largo de una orilla tallada.